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Comprar los mucho más baratos, y de los botones que tengáis planeado(los míos son unos genius de 8 botones, de 10 euros cada uno). Pero vamos, un pad de Xbox y puse botones para todo, el D-Pad y los diez botones sobrantes. La plantilla para poder ver como te quedan los botones antes de realizar los orificios. Si bien en inglés, tanto Win32 Disk Imager como ApplePi-Baker son 2 aplicaciones sencillas e intuitivas de usar. Solo cerciórate de elegir la imagen de RetroPie y la unidad SD correspondiente, puesto que en caso contrario podría grabar el contenido en otra unidad externa, formateándola durante el proceso.
Para esto, vamos a usar RetroPie, el programa sugerido por el manual que incluye el kit. En la base vemos las típicas ranuras a fin de que salga el sonido que podemos encontrar en otros electrodomésticos, como por poner un ejemplo los portátiles, va a ser ahí donde lo situemos con 4 tornillos M2.5. Como siempre, la cabeza del tornillo para el exterior y la tuerca dentro. Para montar el botón de encendido, desenroscamos el tubo sobre el que viene montado y que hace de tope y lo pasamos por el orificio del mueble. Conque retiramos el envoltorio y apartamos las piezas de tablero MDF negro, que van diferenciadas con las letras A, B, C, D y Y también y que por cierto, deberemos dejar en el interior del mueble. Cada pieza tiene unos cortes muy claros que nos permiten intuir cómo va a ser el montaje.
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Tener una en el hogar es un auténtico capricho para todo gamer, haya crecido o no a fines del siglo pasado. Los juegos de antaño jugados con un joystick al lado de un amigo proporcionan experiencias indescriptibles que resulta conveniente presenciar de vez en cuando. Si no te lo crees, mira este vídeo en el que Sasel nos muestra la suya andando con Pandora’s Box.
En el mercado encontramos muchos de botoneras que imitan a las de las máquinas recreativas, y la elección de una u otra va a depender en gran medida de los deseos de cada cual (como asimismo pasa con el resto de los elementos que estamos compendiando). Pero si no tenemos ganas complicarnos mucho, y especialmente si no queremos gastar bastante en este punto, este modelo por 49,99 euros es una buena opción de compra. El popular mini PC Raspberry Pi quizá sea la parte fundamental de cualquier consola DIY.
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Sencillamente me gustaría añadir que el monitor debe poder atornillarse a nuestro mueble por la parte trasera, pero eso lo dejan prácticamente todos los que hay en el mercado. Si no tienes tiempo para crearte tu mini consola retro raspberry, puedes adquirirla en nuestra tienda completamente configurada y lista para enchufar y jugar. Volver a poner una máquina original es otra opción que puede resultar mucho más asequible, pero no está exenta de desafíos especialistas. Por último, tenemos la posibilidad de decantarnos por comprar una máquina Arcade novedosa.
Instalarás una distribución concreta de emulador para máquinas arcade y la configurarás con diferentes emuladores (Mame, SNES, NES, NeoGeo, etcétera.). También vas a ver las distintas opciones que da RetroPie para la carga de ROM, así como de la configuración de los mandos, aspecto en pantalla y interconexión para mucho más de un jugador. Para almacenar emuladores y demás programa que van a hacer las ocasiones de videoconsola retro, así como los cientos de títulos que conforman los catálogos de estos juegos para videoconsolas, requerimos una unidad de almacenamiento. Y nada mejor que una tarjeta microSD para la Raspberry Pi que es, como mencionamos, la piedra angular de toda la máquina recreativa. Este pack tiene dentro las piezas, botones, cables y sticks como para añadir a nuestra máquina retro mandos para todo tipo de títulos para dos jugadores. Entre aquéllos que se encuentran botones de colores, palancas negras y sus que corresponden controladoras, que deberán ir conectadas a la Raspberry Pi.
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Y sabiendo los puertos de cada dispositivo, tendremos que decantarnos por uno u otro. Pero tomando como referencia el mini PC y la pantalla que hemos escogido para esta configuración, lo perfecto es utilizar un cable con tomas microHDMI y HDMI en sus extremos. La Raspberry Pi 4 B tiene un precio de 242,33 euros y cumple de sobra para instalarle los emuladores y los juegos necesarios para nuestra máquina arcade. Es pequeña, súper completa y está llena de los puertos y conexiones que requerimos a fin de que los diferentes elementos de la máquina arcade se comprendan entre sí. Sin embargo, una alternativa muy interesante que se sitúa a caballo entre las máquinas recreativas que tenemos la posibilidad de comprar y los emuladores en PC y gadgets móviles inteligentes, es la de fabricarnos nuestra máquina arcade. Ciertamente se podrían considerar múltiples opciones en cuanto a la calidad de imagen, pero como lo que yo te enseño aquí es de qué forma construir tu propia recreativa bartop sin bastante dinero y esfuerzo, considero innecesario adentrarse mucho en este aspecto.
Pero en cualquier caso, estas indicaciones tienen la posibilidad de servirnos perfectamente como base para alzar una máquina arcade con la que divertirnos durante cientos de horas. Raspberry Pi deja disponer múltiples sistemas operativos distintas para hacer marchar los emuladores, siendo los más aconsejables Recallbox y RetroPie. El menú tiene más opciones que botones hay en el Pimoroni Picade, con lo que si queremos dejar sin configurar una acción, sencillamente sostendremos pulsado un botón hasta que RetroPie lo ignore, instante en el que fijará «not defined». Solo hay que seguir las normas y también ir accionando los botones que queremos que se asocien a las órdenes.